sábado, 11 de enero de 2014

CAMINA BIEN CAMINA EN OBEDIENCIA Y SANTIDAD. Parte, II Deuteronomio, 8 JUEVES 09 ENERO 2.014


 












COLABORARON EN EL DESARROLLO DEL CULTO:

PACO JUSTICIA: PRESENTO Y ORO PONIENDO TODO EN MANOS DEL SEÑOR, ANIMANDO A LA IGLESIA A UN ENCUENTRO CON DIOS ALABANDOLE Y ADORANDOLE.

 
SALMO, 30:10-12 10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí; Jehová, sé tú mi ayudador. 11 Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. 12 Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
 
ANGELITA: NOS ANIMO A OFRENDAR PARA SER PARTE DE LO QUE EL SEÑOR ESTA HACIENDO
 
EXODO. 35:29 De los hijos de Israel, así hombres como mujeres, todos los que tuvieron corazón voluntario para traer para toda la obra, que Jehová había mandado por medio de Moisés que hiciesen, trajeron ofrenda voluntaria a Jehová.
 
ADELA MANJON: HIZO LA INTRODUCCION A LA PALABRA.
 
SALMO, 27:14 Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.
 
PILAR GONZALEZ: DESPIDIO EL CULTO DANDO GRACIAS A DIOS POR TODO
 
 
DIERON TESTIMONIO DANDOTE TODA LA GLORIA A DIOS:
 
ADELA MANJON: DIO TESTIMONIO DE COMO SU MADRE ESTA RECIBIENDO LA PALABRA DE DIOS EN ESTA OPORTUNIDAD DE CUIDAR DE ELLA.
 
PEPE R. CASTAÑEDA: DE LA EVANGELIZACION COMO EL SEÑOR ESTA OBRANDO.

















CAMINA BIEN CAMINA EN OBEDIENCIA Y SANTIDAD. Parte, II
 
II. ACORDARSE DEL DEBER HACIA DIOS

Deuteronomio 8:2-4 - Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos. 3Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre. 4Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.

1. Te acordarás de todo el camino (= vida) por donde te ha traído el Señor. Cuando los israelitas están a punto de entrar en la tierra prometida, se exhorta a estos peregrinos a recordar las experiencias de los últimos cuarenta años.

2. Para nosotros la vida es como el camino de los israelitas a través del desierto. Así como fue Dios quien los condujo a ellos esos cuarenta años, el Señor y no es el azar, ni la casualidad, nos ha conducido a nosotros y nos traído hasta este día. Es el Señor, nuestro Padre amante y sabio, el que con su mano providencial nos ha guiado y permitido las experiencias buenas o malas que usted y yo hemos recibido el año que pasó y a lo largo de la vida. Él hace siempre lo mejor para sus hijos, aunque nosotros no lo entendamos así. Por eso se exhorta al cristiano a dar gracias en todo, y un espíritu de gratitud y alegría debe embargar nuestro corazón (1ª Tes.5:18 ; Lamentaciones 3:22-30).

3. Debemos recordar las experiencias del pasado, sean buenas o malas, para aprender lecciones para el presente o para cultivar un corazón agradecido de Dios por los bienes recibidos.

4. Debemos recordar que no solo de pan vivirá el hombre. La tentación más frecuente de Satanás consiste en hacernos olvidar que como seres humanos tenemos una dimensión espiritual, que no se satisface con cosas terrenales ni humanas, sino únicamente con la comunión con Dios. Si Satanás no trepidó en tentar de esa manera al propio Señor Jesús, no vacilará en tentarnos así a nosotros. Cedemos a esta tentación cuando nos independizamos del Señor, cuando descuidamos los medios de gracia, como son el estudio devoto de la Biblia , la oración , el santificar el día del Señor asistiendo cumplidamente a los cultos y participando del Sacramento de la Cena del Señor cuando es administrado, cuando dejamos de honrar a Jehová con nuestros bienes, y con las primicias de todos tus frutos (Proverbios 3:9).

5. Debemos recordar que, lo que para los israelitas fueron esos cuarenta años por el desierto, es para nosotros la vida , en la cual vamos de paso (Salmo 90:10-12). Usando otra figura expresó esta misma idea un poeta medieval cuando dijo: "Nuestra vida son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir." Somos peregrinos, nuestro cuerpo terrenal es como un tabernáculo o carpa de un nómade (2ª Corintios 5:1). Vamos de paso, hoy estamos y mañana quizá hayamos partido de esta tierra (Hebreos 11:13-16; 1ª Pedro 2:11). Dispongámonos a tomar conciencia de nuestra transitoriedad y fragilidad para que vivamos cada día del año venidero sabiamente, recordando que al papá o a la mamá o los hijos que hoy están con nosotros, quizá mañana no los tengamos. Hagamos todo el bien que posamos, porque mañana quizá nosotros hayamos partido y no tengamos oportunidad de hacerlo. Sobre todo, quienes ya tenemos varios años, deberíamos ser más sabios en nuestra manera de vivir y de aprovechar cada oportunidad que la Providencia nos depara, para colocar en el centro de nuestra preocupación a nuestros semejantes que más lo necesitan, para hacerles el bien, pues mañana quizá no los volvamos a encontrar (Salmo 90:12).

6. Recordemos que el Señor puede darnos la fuerza. A los Israelitas los alimentó les dio salud (ni el pie se te ha hinchado; Deuteronomio 8:4). Confiemos que el Señor puede darnos salud el año entrante, y cultivemos una mente positiva, porque hay muchas enfermedades psicosomáticas, que si bien es cierto son reales y físicas, comienzan siendo temores y ansiedades. Dios era visto por Israel como el Sanador y sabemos que Dios no cambia (Éxodo 15:26). No debemos llenarnos de ansiedad por las posibles enfermedades que podrían sobrevenirnos, porque, sean estas de la naturaleza que fueren, el Señor puede salvarnos de ellas. Quizá ya no veamos tantos milagros como los que se relatan en algunos lugares de la Biblia, pues sólo hay tres breves periodos de tiempo cuando se dice que Dios actuó de esa manera maravillosa, pero no debemos tener dudas de que el Señor hoy en día sigue actuando misericordiosamente en favor de sus hijos, actuando, ya sea milagrosamente u ocultamente tras medios tan seculares como son los médicos y los medicamentos. Pero, por cualquier medio que recobremos la salud, debemos darle a Dios la gloria.

En el año nuevo tomémonos de la mano del Señor y pidámosle cada día su alimento y fuerza para vivir, todo el tiempo de nuestra peregrinación, dando gloria a su Nombre.

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