sábado, 16 de noviembre de 2013

EL PODER DE LA MEDITACION EN LA PALABRA DE DIOS. Josue, 1:8 y Salmo, 1:1-2 JUEVES 141113
















EL PODER DE LA MEDITACION EN LA PALABRA DE DIOS

Dios habla a través del pensamiento, en medio de nuestra meditación en la palabra de Dios encontraremos respuestas, aclaraciones, revelaciones de cómo es la naturaleza de Dios, como opera el Señor y que quiere Dios para nuestras vidas.

No es lo mismo leer que meditar, podemos leer mucho y entender poco, o podemos conocer historias y adquirir datos e información pero la meditación bíblica trae consigo cosas muy valiosas para nuestro crecimiento espiritual, muchas personas conocen la Biblia, hasta la pueden haber leído completa y aun así no haber comprendido realmente quien es Dios y estar apartados de Él. Leer:

Josué 1:8 “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”

Fue un mandato de Dios el hecho de meditar: “de día y de noche meditarás en él”, el Señor no le dijo simplemente que lo lea sino que meditara en él porque es una clave para lo que dice después: “...porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”

Quizá muchas veces intentamos buscar la respuesta a lo que necesitamos rápidamente sin consultar a Dios y no comprendemos lo que pasa, pero la palabra nos muestra que es una clave meditar para alcanzar la victoria y el éxito. Cuando buscamos de Dios en oración también debemos meditar en lo que Dios quiere con respecto a algún asunto, seguramente vengan a nuestra mente versículos y palabras de la Biblia las cuales debemos meditar por que Dios nos esta hablando. Leer

Salmos 1:1 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche” Nuevamente afirma y nos dice lo mismo que en Josué 1:8, meditar de día y de noche:

1. El versículo uno en otras palabras nos habla del que no perdió el tiempo en cosas vanas, “que no anduvo”, “que no estuvo”, “que no se ha sentado” son acciones concretas, actos, hechos, que nos muestran que el tiempo en la meditación son valiosos y poderosos. El Espíritu Santo no podría hablarnos sino intentamos escuchar su vos si nunca tenemos tiempo, el podrá hablarnos en lo intimo, en la comunión, en la meditación. Por eso debemos dedicarle un tiempo a la meditación.

2.  La referencia de día y de noche nos habla de perseverancia, la meditación continua, no solo cuando estoy en urgencia, cuando no doy mas y desesperadamente necesito una palabra sino antes de tomar una decisión, antes de que el problema lo tenga encima aplastándome. Dios nos habla todos los días tiene palabra para todos los días, alimento espiritual siempre. Es como el mana en el desierto lo necesario para cada día. La meditación Clave para el crecimiento espiritual. Podemos interpretar que la meditación no es un estudio sistemático y mecánico de la Biblia, sino un escudriñar, profundizar tratar de comprender. El diccionario define la palabra meditar como el acto de: “Analizar minuciosamente y examinar algo con atención” Leer
Salmo 4:4 “Temblad, y no pequéis; Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad” Este versículo nos marca que si pasamos tiempo meditando en las cosas de Dios comprenderíamos que es mejor no pecar, es mejor prestar atención y temer el pecado comprendiendo las trágicas consecuencias que trae por eso dice: “Temblad, y no pequéis”, “Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.”

¿Qué nos dice esta palabra? Que debemos hacerlo a solas en silencio, en quietud en tranquilidad, en paz, tomándonos un tiempo especial para Él, meditando en nuestro corazón desde lo mas profundo de nuestro ser siendo sinceros, no engañándonos a nosotros mismos, no tratando de hablar todo el tiempo, no queriendo tener la razón de todo, no dando tantas opiniones, no criticando, ni mirando la paja del ojo ajeno, no poniéndonos en jueces tratando de recomendar a Dios, la meditación no se trata de que Dios me tiene que escuchar mis maravillosas razones y obrar de acuerdo a lo que yo pienso, sino mas bien “estando en vuestra cama, y callad.”

La meditación limpia el corazón, el saca a luz lo que en nuestra vida no encaja con la palabra.

Despierta un anhelo y deseo de buscar mas de Dios.

Ensanchara nuestra visión de Dios.

Agudiza nuestro discernimiento

Aclara la dirección para nuestra vida, es la base para dirigir nuestros pasos.

Los pensamientos y consejos son confirmados por la palabra de Dios.

Aumenta la fe ya que la fe viene por el oír la palabra de Dios.



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